Ingredientes (2p):
- 2 huevos cocidos.
- 2 o 3 tomates (depende del tamaño).
- 1/2 bolsa de rúcula.
- 1/2 berenjena (mejor si está cortada longitudinalmente).
- olivas negras al gusto (yo usé unas ecológicas).
- 2 ajos confitados.
- AOVE (aunque yo esta vez usé el aceite 0’4º de confitar los ajos).
- Vinagre balsámico de módena.
- Sal.
- Pimentón picante.
- Canela.
- Harina para rebozados.
Preparación:
- Corta los tomates en rodajas y disponlos en un plato. Sal y aceite.
- Corta los huevos en rodajas y disponlos encima de los tomates. Pimentón picante.
- Echa por encima unas hojas de rúcola. Aceite y vinagre balsámico.
- Enharina los trozos de berenjena y fríelos. Sácalos y espolvorea un poco de canela (la canela y la berenjena hacen buenas migas). Seca con papel absorbente y distribúyelos sobre el plato.
- Tan sólo falta por añadir las olivas y el ajo confitado. Listo.
Motivación:
Esta es una de esas recetas que surgen después de echar un vistazo por la nevera y ver lo que tienes. De los tan manidos restos que te van quedando y de las cuatro cosas que siempre tienes en la nevera. El resultado es sorprendente, además de cumplir su función: sacia pero no empapula, ideal para una cena. Es 100% mía, así que si la veis por ahí me avisais y les ponemos una querella !!! Es broma, como dice el Pumares: «los conocimientos son universales». Que hubiera sido de mi si no hubiese copiado a todos los demás.
Por cierto, recomiendo encarecidamente probar los ajos confitados, son una pasada !!! Ni repiten, ni dan mal olor, ni…